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Capítulo 7: ❝Una caja de galletas.❞

  • Foto del escritor: Enyelmen
    Enyelmen
  • 14 may 2018
  • 4 Min. de lectura

Autor: Chai Jidan

Traducción inglés: AnhNguyen12332

Traducción español: Enyelmen


『♡』


Al día siguiente en su oficina, Xia Yao tocó a la mesa junto a la suya. ―Xiao Hui, ¿estás libres?


―Sí, ¿qué pasa?


Xia Yao dijo, ―Ayúdame a investigar a alguien.


―¿A quién?


―Yuan Zong, él vive en...


―¿Hablas del hermano mayor de Yuan Ru? ―Xiao Hui interrumpió a Xia Yao.


Xia Yao se molestó, ―¿Cómo lo conoces?


En realidad, el total del tiempo que Yuan Ru gastó hablando con Xia Yao fue incluso menos que lo que habló con sus colegas. Cada vez que Yuan Ru aparecía en la estación de policía, Xia Yao siempre inventaba una excusa para hacer recados, dejándola a ella en la libertad de hablar con sus amigos.


―Yuan Zong solía ser un ex soldado de las fuerzas especiales, después de ser dado de alta, él volvió a casa para construir su propia compañía de guardaespaldas, la cual ha ganado algo de renombre por el área. Se ha dicho que sus graduados son muy profesionales, la mayoría de guardaespaldas de ídolos o políticos vienen de esa compañía.


No es de extrañar que las habilidades de esos hombres fueran tan peligrosas, ellos eran guardaespaldas... pensando sobre la docena de guardaespaldas que él invitó, Xia Yao se sintió un poco avergonzado. Pensando en Yuan Zong, Xia Yao se volvió mortalmente pálido.


El evento de ayer se ha vuelto claro ahora. "Tú vas por tu camino, y yo por el mío, actuaré como si esta persona nunca hubiese estado en mi vida."



Durante las horas del almuerzo, Yuan Ru empezó a platicar sobre Xia Yao otra vez, como si ella quisiera lavarle el cerebro a Yuan Zong para que este aceptara completamente a su "cuñado", y entonces hacer que él gastara energía ayudándola.


―Hermano mayor, ¿sabes cómo es que Xia Yao odia ser más llamado?


Yuan Zong, que estaba comiendo fideos, no tuvo ningún tipo de reacción.


―¡Su real majestad! ―Yuan Ru estalló en risas ―Eso es lo que sus colegas en la unidad me dijeron, sólo llama a Xia Yao por ese nombre y su cara inmediatamente se estirará... de esta forma. ―Cuando lo dijo, Yuan Ru jaló su propia barbilla hacía abajo, imitando los gestos de Xia Yao, riéndose de su propia broma.


Yuan Zong miró a Yuan Ru, haciendo que esta pequeña hermana callara su boca y volviera a comer de una manera dócil.


Después de un poco, Yuan Ru se arriesgó a abrir su boca de nuevo, ―Hermano mayor, ¿puedes simplemente ayudarme con esta cosa pequeñita?


―¡Habla!


Yuan Ru se giró y sacó una caja hermosamente envuelta de dentro de su bolso de cuero, colocándola cuidadosamente delante de Yuan Zong como si fuera valioso. ―A Xia Yao le gusta comer dulces, estas son las galletas que yo hice con mis propias manos, ¿puedes, por favor, dárselas por mí? Cada vez que yo trato de darle un regalo, él nunca acepta, esta vez, si tú personalmente tratas, tal vez él lo tome. Quizás en el momento en el que él se dé cuenta de mis grandes habilidades culinarias, ¡él gustará de mí!


Yuan Ru estaba balbuceando porque ella tenía miedo de que Yuan Zong no le prestara atención, sin embargo, él estaba extremadamente cómodo tomando la caja.


Esta es la primera vez que tal cosa pasa, haciéndola sentir inestable, ―Digo, no trates de robar ninguna galleta.


Entonces Yuan Ru reflexionó sobre la improbabilidad de que esto pasara, ―Oh espera, lo olvidé, no te comas ningún dulce, eso es todo, ¡tengo mis esperanzas puestas en ti!


Yuan Zong se detuvo en el frío del exterior mientras se subía a su coche, entonces no perdió el tiempo y se terminó la caja entera de galletas. Después de eso, tiró la caja de la galleta lejos, y condujo...


Cuando el sol se puso sobre el horizonte, Xia Yao condujo fuera de la sede de la policía, con el objetivo de experimentar la libertad de no tener a nadie persiguiéndolo, fue tan malditamente genial. Entonces, desde lejos, apareció la silueta de un vehículo familiar aparcado por la acera.


Yuan Zong estaba usando un par de gafas oscuras, sentado detrás de dos capas de parabrisas. Incluso así, Xia Yao podía sentir esos dos ojos intimidantes que retenían mucho poder.


Xia Yao pretendió no notarlo, como si él no hubiese visto nada, pero en el momento en el que su carro empezó a moverse, el otro lo siguió. Tres tipos de fuego se encendieron dentro de Xia Yao: la luz - el mal - el demonio combinado para formar una llama triple que sale de su cabeza. ¿De dónde salió esta persona tan molesta? ¡Tienes que estar jodiéndome! ¿Por qué volvió?


En una intersección, Xia Yao se detuvo. Yuan Zong también hizo lo mismo.


Xia Yao caminó hacia la ventana de Yuan Zong, tocándola. Yuan Zong la bajó, sin esperar a que Xia Yao abriera siquiera su boca, plantó la caja de galletas en su cara. ―Mi hermana pequeña quiere darte este regalo.


Xia Yao presionó sus manos contra el marco de la ventana, inclinándose. ―Diré esto una vez más, no voy a tomar nada que ella me dé, ¡dile que pare toda esta situación sin sentido!


Yuan Zong dijo, ―Yo solamente soy el mensajero.


Las líneas de la vena de la nuca de Xia Yao salieron, sus ojos afilados miraron a la cara fría y dura de Yuan Zong por un largo rato, entonces terminó con una oración, ―Bien, si tienes el coraje entonces continua siguiéndome, ¡veamos quién tiene más tiempo libre, tú o yo!

 
 
 

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