Capítulo 19: ❝La imposibilidad de una negociación.❞
- Enyelmen
- 16 may 2018
- 4 Min. de lectura
Autor: Chai Jidan
Traducción inglés: AnhNguyen12332
Traducciónespañol: Enyelmen
↡
Yuan Zong recibió temporalmente una fianza, teniendo la oportunidad de regresar a la cotidianidad de su vida.
Todo el departamento de policía estaba ocupado en sus tareas y deberes después de resolver un crimen. Haciendo uso de su tiempo libre, Xia Yao decidía entre visitar o no a Yuan Zong. Sin importar cuán irritante haya sido la presencia de Yuan Zong, Xia Yao simplemente se resignó al hecho de que esas cicatrices y puntos no eran más que trivialidades.
Sin embargo, después de todo, lo que Yuan Zong había hecho era la concluyente evidencia de cuanto él amaba a Xia Yao, tan sentimentalista, Xia Yao visitando a Yuan Zong era razonablemente moral.
Con tanto trabajo en la oficina hasta el anochecer, Xia Yao fue con prisa a la tienda de comestibles donde él podría comprar algunos regalos y entonces hacer su camino hacia la casa de Yuan Zong.
―☆―
Yuan Ru abrió la puerta, hipnotizada por las seductoras flores con dulce olor. Su delicado corazón no tuvo que hacer ningún esfuerzo por ceder, golpeando fuertemente contra su pecho, ―¿No dejamos tú y yo claro que...? ¿Por qué me haces confundir? Tú... tú no debiste.
Yuan Ru suavemente estiró su mano para alcanzar las flores.
Lamentablemente, Xia Yao insensiblemente pasó de ella, entrando directamente en la casa.
―¿Está tu hermano aquí?
―¿Por qué lo estás buscando?
Yuan Ru por poco colapsa en el piso cuando Xia Yao le explicó la razón real por la que él estaba ahí. ¡Demonios! ¡No es de extrañar! Y todo mi apasionado cariño fue un total desperdicio. No obstante, Yuan Ru no se olvidó de la condena de Yuan Zong, dado a la naturaleza del trabajo de su hermano mayor eso era el pan de cada día. Siendo herido no era la gran cosa para Yuan Zong, así que Yuan Ru realmente no le importaba.
Yuan Ru conscientemente escondió su extraña sonrisa, pavoneándose hasta la habitación de Yuan Zong, ―El oficial Xia está buscándote.
La grave voz de Yuan Zong vino desde la habitación, ―¡Que entre!
―¡Vamos! ¿En qué estás pensando? Cuando un invitado viene a nuestra casa buscándote, es tu responsabilidad darle la bienvenida. Contrariamente, ¡tú lo haces venir a buscarte! Eres tan-
Yuan Ru no tuvo la oportunidad de finalizar su frase ya que Xia Yao estaba ya empujando la puerta de la habitación.
Más tarde, Xia Yao vio a través de las intenciones ocultas de ordenarle a él entrar en su cuarto en lugar de hacer un esfuerzo por darle la bienvenida a Xia Yao.
Yuan Zong estaba únicamente usando un bóxer, sus dorados músculos brillaban bajo la luz, una bestia masiva se escondía entre sus piernas, luciendo esa aura animal. Si fuera el cuerpo sin camisa de otro hombre el que estuviera cautivando a Xia Yao, él estaría verde de envidia. Pero en cuanto a este pervertido que no sirve para nada, tenía una perspectiva diferente.
Xia Yao desordenamente organizó sus pensamientos, hablándole fríamente a Yuan Zong, ―¡Vístete! Tú y yo tendremos una charla.
Xia Yao se volvió y se alejó con una expresión vacía. A través del hueco entre la puerta y la pared, Yuan Zong vio un poquito de las orejas rojas de Xia Yao.
Yuan Zong frenéticamente se puso una chamarra mientras Xia Yao bebía té helado para calmarse.
―¿Por qué estás aquí tan tarde?
―El departamento está lleno de tareas y misiones, no había tiempo libre. La razón por la que estoy aquí es para tener una discusión contigo acerca de tu caso. Mientras que tú no eras parte del equipo de la fuerza, la situación era muy peligrosa y los criminales estaban apuntando todas sus armas a los civiles, lo cual habría llevado a una calamidad. Bajo esas circunstancias, a pesar del hecho de que tú disparaste y mataste a tres sospechosos, tus acciones podrían ser vistas como unos medios razonables de protección. Por lo tanto, no tiene que tomar ninguna responsabilidad antes de la corte.
Yuan Zong simplemente le dio una mirada desconcertada a Xia Yao sin decir nada.
Xia Yao recibió una mirada forzada. En un parpadeo, ese gesto gentil dio paso a una actitud más seria.
―¿Me estás escuchando?
―Sí... ―Yuan Zong no mostró ningún rastro de sinceridad en su respuesta.
Xia Yao no dijo ni una palabra. Ambos perdidos en sus pensamientos. Aun así, la mirada constante de Yuan Zong parecía durar una eternidad, como si él estuviese tratando de mirar cada uno de los vellos en la piel Xia Yao.
¿Era gracias al acto heroico de Yuan Zong en aquel momento que Xia Yao no se sentía más resentido y no le importaba que lo mirara más así?
Yuan Zong tenía su cabeza en las nubes, su constante mirada colocada en Xia Yao, entonces Xia Yao rompió en risas.
Una risa que hizo que el corazón de Yuan Zong perdiera un latido.
―¿De qué te estás riendo?
―Puedo ver que tú eres un hombre sabio y de experiencia. Así que, ¿qué tal esto? Tú y yo podemos ser amigo. ¿Qué piensas?
Yuan Zong francamente respondió, ―¡No!
―¿Tiene... tiene que ser realmente de esa forma? No tiene que ser ese tipo de relación, ¿verdad?
―Sí tiene.
Xia Yao reprimió su ira de mala gana mientras le contestaba a Yuan Zong, ―Honestamente, tus sentimientos por mí pueden ser vistos como simpatía. Lamentablemente, tú los subestimas. Yo también tengo un hermano así. Yo siempre lo tengo a mi lado. Únicamente tres días separados y-
―¡¿Quién?!
Xia Yao rechinó sus dientes en silencio. ¡Tan despreciable! Él todavía no podía entender el punto de mis palabras.
―¿Estás seguro de que tienes afecto por mí? ¿No me estás malentendiendo? ¿Qué evidencia tienes para probar...
―Quiero tener sexo contigo.
―...
Xia Yao eventualmente leyó entre líneas, él no debió haber provocado su compasión, él no debió haber ido a su casa, él no debió haber usado la tan llamada memoria de corto plazo, porque así él no habría salido con la vergüenza que trepaba sobre su cara ruborizada.
Yuan Ru salió del baño, pero Xia Yao ya había desaparecido.
―¿Se fue? ―Ella le preguntó a Yuan Zong.
Yuan Zong asintió.
Yuan Ru saltó hacia los brazos de Yuan Zong, lagrimas emocionales corriendo por su cara, ―Hermano mayor, me haces sentir tan emocionada. Yo ya decidí dejarlo ir, pero tú todavía lo tratas bien...
Comments