top of page

Capítulo 13: ❝Me he enamorado de ti.❞

  • Foto del escritor: Enyelmen
    Enyelmen
  • 15 may 2018
  • 4 Min. de lectura

Autor: Chai Jidan

Traducción inglés: AnhNguyen12332

Traducción español: Enyelmen


『♡』


De regreso a sus oficinas, Xiao Hui y Chang Tian vieron muchos aperitivos y bebidas listas en sus escritorios. Echándole una mirada a Xia Yao, ellos vieron al hombre sentado cómodamente con las piernas cruzadas, levantando una ceja mientras los miraba eufóricos.

―¡Cielos! ¿Qué pasa? ―Xia Hui corrió hacia los escritorios, poniendo la comida dentro de su boca con impaciencia.


―Es todo para ustedes. ―Xia Yao respondió.


Chag Tian casi saltó fuera de su piel. ―¿Qué día especial es hoy?


―Nada especial. Sólo estoy de buen humor.


Xia Hui intentó fuerte abrir un paquete de semillas de melón. Infortunadamente, el rasgón fue tan largo que las semillas se regaron por todo el suelo. Mientras Xia Hui arqueó su espalda para organizar el desastre, Xia Yao sin vacilar lo jaló, poniéndolo recto.


―No hagas eso. Déjamelo a mí.


Escuchando la oferta, Xiao Hui y Chang Tian secretamente compartieron una mirada. ¿Qué gran felicidad en esta tierra haría que Honorable Xia hiciera la limpieza por su propia cuenta?


En efecto, felicidad y desesperación están siempre ligados el uno al otro. Antes de conocer a Yuan Ru, días y meses transcurrían sin nada importante que celebrar para Xia Yao. En cambio, después de todas las crisis que él ha tenido que pasar en los pasados días, esas dos molestias eventualmente salieron de su vista. Nunca antes él había disfrutado este tipo de alivio y refresco.


Estando fuera de servicio esa tarde, Xia Yao, todavía en el séptimo cielo, sostuvo los hombros de sus colegas mientras se dirigían a la puerta de la oficina, riendo y hablando vagamente.


―Dile a tus hermanos, ¿qué te hizo estar tan jubiloso hoy, Xia Yao?


Xia Yao frunció sus labios, pretendiendo estar manteniendo un secreto mientras su cara mostraba una expresión serena.


―No voy a soltar la lengua.


―Oh Xia, ¿estás deliberadamente provocando nuestra curiosidad? Chang Tian, ¡él va a dejarnos en la oscuridad! ¿Qué haremos ahora?


Y entonces Chang Tian, junto con Xiao Hui pincharon con los dedos a Xia Yao por la respuesta.


―Paren, jaja. Basta...―Xia Yao empujó sus manos provocadoras lejos, medio molesto medio disfrutándolo.


Mientras los tres estaban teniendo diversión, Xia Yao de repente vio un carro familiar estacionado no muy lejos de donde estaba. Su radiante cara inmediatamente se congeló, así también lo hizo su voz.


―¡BASTA! ―Xia Yao rugió con ira.


Los otros dos retiraron sus manos de inmediato, y sin embargo, seguían burlándose.

―¿Por qué te pusiste bravo de repente? Estabas bien hasta que nosotros tocamos ligeramente, ¿qué pasó?


Xia Yao trató de mantener su rostro un poco más amable antes de sonreír con dificultad, ―Nada de qué preocuparse. Ustedes dos sólo váyanse a casa, voy a coger mi coche.


Después de que Xiao Hui y Chang Tian se hubiesen ido, Xia Yao volvió a su anterior expresión fría, caminando hacia el carro en el otro lado del camino. ―¿Por qué sigues aquí?


Los dedos de Yuan Zong, los cuales estaban sosteniendo un cigarrillo, salieron de la ventana para arrojar las cenizas. Su penetrante mirada barriendo todas las partes de la cara de Xia Yao sin ninguna señal de inhibición.


Xia Yao, con una última gota de paciencia, le preguntó a Yuan Zong, ―Ya hablé con tu hermana, ¿no te ha contado todavía?


―Lo ha hecho.


Xia Yao se sintió irritantemente objetado por ese tono de Yuan Zong, el cual fue contundente y descortés, pero al mismo tiempo, fue sorpresivamente calmado.


―¡¿Entonces por qué mierda sigues aquí?! ―La voz de Xia Yao se volvió amenazante.


Yuan Zong salió del carro, usando su pie para apagar el cigarrillo mientras que los ojos del hombre solamente se enfocaban en Xia Yao desde una distancia muy corta. ―Me he enamorado de ti.


Xia Yao, viendo rojo en el momento, regañó a Yuan Zong, ―¿A qué te refieres con "enamorarse de mí"? Tu hermana ya se aburrió de mí, entonces, ¿por qué no te puedes controlar a ti mismo por ella?


Los labios de Yuan Zong suavemente se levantaron en una casi invisible sonrisa mientras él extendía su brazo, apuntando a su propio pecho con intensa fuerza antes de picar la sien de Xia Yao.


―Lo que quiero decir es que, 'yo' me he enamorado de ti.


La declaración salió de los labios de Yuan Zong como si él hubiese hecho un Kamekameha, que en un abrir y cerrar de ojos, hizo retroceder a Xia Yao atónito un paso.


―Ton-tonterías ¡No lo entiendo! ¡¿Luzco como un gay?!


―Me he enamorado de ti, el que tú seas gay o no, no importa. ―Dijo Yuan Zong.


―¿Y tú piensas que yo me enamoraré también de ti? ―Xia Yao furioso habló de vuelta.


―Si lo haces o no, no importa.


―¿Quieres decir que el que tú gustes de mí no hace ninguna diferencia para mí?


―Lo hace.


―¿Qué?


―Tú eres la persona de la que me he enamorado, ¿cómo eso no va a hacer la diferencia?


¡Jódete! Está bien, ¡entonces no voy a perder más el tiempo con este gilipollas nunca más!


Xia Yao contestó, ―¡Hijo de puta! Si yo alguna vez llego a enamorarme de ti, ¡me cortaré mi propio pene!


Entonces, él se dio la vuelta y huyó lejos. Su rostro se sentía como si estuviese siendo aplastado por un hierro abrasador, volviéndose rojo tomate, ¡y podría incluso evaporarse si hubiese pasado algún hechizo de viento!

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

bottom of page