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CAPÍTULO 1: ❝Campeonato de kickboxing.❞

  • Foto del escritor: Enyelmen
    Enyelmen
  • 14 may 2018
  • 5 Min. de lectura

Autor: Chai Jidan

Traducción inglés: AnhNguyen12332

Traducción español: Enyelmen



Una vez al año, se celebra un torneo de lucha libre para la policía China y la de los Estados Unidos, que tiene lugar en el estadio de Beijing.


―Ayer, se llevó a cabo la ronda de eliminación, y después de muchos partidos agotadores, dieciséis competidores han sido elegidos para la final. ―El anfitrión llamó consecutivamente el nombre de estas dieciséis personas― Joy, Zhou Huaqiang, Brown, Dai Gao Gao, Xia Yao, Andersen...


Dieciséis uniformados se pavonearon sobre el ring: ocho chinos, ocho americanos, cara a cara, todos se hicieron una reverencia en un ángulo agudo. Brown, quien estaba de tercer lugar en la línea del equipo de los Estados Unidos, estaba inclinado en un ángulo de noventa grados, evaluando silenciosamente a su oponente ―Xia Yao― desde la cabeza hasta la entrepierna. Una pervertida pero discreta sonrisa jugaba en sus labios.


El disparo señaló el comienzo de la competencia; los participantes competirían entre ellos, y el ganador de cada ronda avanzaría a la siguiente pelea.


Esta competición anual de kickboxing entre la fuerza policial China y la fuerza policial estadounidense es un encuentro de dos culturas de artes marciales, entre Este y Oeste.


La policía de China se centra en los movimientos de las piernas para derribar un enemigo ―de una manera extremadamente feroz―. Los americanos, por otro lado, normalmente usan sus puños para entregar golpes asesinos. Todavía, Brown es el mejor de los mejores.


Primer partido, Brown contra Zhou Huaqiang.


Al comenzar la primera batalla, Brown inmediatamente sobrepuso a Zhou Huaqiang, una simple patada dejó a Huaqiang desmadejado en el suelo. En sólo unos pocos cortos minutos, Brown suavemente mostró sus movimientos, y de vez en cuando un aplauso podía ser escuchado por parte del público. Sin dudas en la mente, Brown tomó la primera victoria.


Después de siete partidos, ocho contrincantes permanecieron de pie, en los cuales se encontraban tres americanos y cinco chinos, uno de los cuales era Xia Yao.


El segundo round comenzó, y esta vez el equipo de China seleccionó a un luchador realmente fuerte ―Zhang Wenlong―. En el comienzo del partido, Zhang Wenlong lanzó una patada rápida hacia la cabeza de Brown, pero fue en vano. Brown ni siquiera reaccionó. En cambio, se apoderó del tobillo de su oponente, girándolo en el suelo.


Después de un minuto de descanso, ambos lados regresaron al ring. Zhang Wenlong, esta vez, usó sus técnicas secretas para lanzar una lluvia de golpes sobre la cabeza de Brown, pero este todavía no reaccionaba. Por otro lado, el estadounidense sin piedad alguna pateó las rodillas de Zhang Wenlong hasta que estas fueron lesionadas y Wenlong ya no podía luchar.


El segundo partido terminó con sólo cuatro personas restantes. En el banquillo ahora estaban un americano y tres chinos, incluido Xia Yao. Con la tercera ronda recién comenzado, fue una suerte que Xia Yao no fuese unido con Brown.


Mientras Brown estaba en el ring, Xia Yao se quedó en el banquillo, escuchando la conversación de otros trabajadores, ―Hey, ese americano es realmente poderoso, ¡nuestros policías al lado de él se convierten en pequeños pollitos!


―Todos nuestros buenos luchadores han sido eliminados por él ¡Pero parece que nuestros tres chicos restantes no están tan mal!


―¡Ah, hijo de puta! ¡Ese chico acaba de ser derrotado!


―¡Levántate, levántate! Mierda, él ni siquiera puede gatear.


El silbato sonó. Brown ganó.


La tercera ronda llegó al final con solamente dos competidores: uno americano y uno chino ―Xiao Yao―. Después de las semifinales vino el partido final.


El estadio entero rompió en vitoreo y gritos, aunque por supuesto, los gritos chinos eran mucho más fuertes que los de los estadounidenses. Pese a que el equipo local dominara la audiencia, nadie se atrevía a dar un suspiro de alivio porque el enemigo era muy fuerte.


Los dos contrincantes no perdieron el tiempo al subir al ring de lucha. Bajo la iluminación de los focos, la figura de Brown fue esculpida para gritar fuerza y poder, recordándole a la gente de Lam Giao Dau y Thuy Hu quién tenía el poder para conquistar montañas, matar bestias, dominar diez mil hombres, regocijarse por una abrumadora majestad. Parado frente a él está Xia Yao, cuya columna vertebral permaneció recta como un pino, con una nariz alta, delgados labios, y unos eminentes ojos, contrastando totalmente con un luchador promedio.


Los dos lados intercambiaron un apretón de mano, Xia Yao se rió suavemente, una risa que puso a la otra persona a gusto.


Parecía que ambos lados estuviesen esperando, provocándose y preparándose para una guerra total. Fue la calma antes de la tormenta. Entonces, ambos se cargaron el uno al otro con una determinación agresiva.


Ambos se lanzaron con patadas rápidas, técnicas altamente capacitadas, atacando y defendiendo, golpe después de golpe.


Brown balanceó sus piernas hacia arriba, apuntando a un golpe mortal, extremadamente preciso y aterrador. Xia Yao hizo una voltereta y propinó su propia patada en el momento el que su cuerpo aterrizó. Entonces, elevándose más alto, él lanzó dos ataques. Xia Yao parecía una pantera, apuntando la cabeza de Brown. Gritos de defensa de los espectadores resonaron.


Si hay una sola palabra para describir la técnica de Xia Yao, era "hermosa". Puñetazos, saltos, defensa... cada movimiento junto se convirtió en incalculable, extremadamente poderoso pero majestuoso al mismo tiempo, y estos no solamente capturaron la atención de los espectadores, sino que también sorprendieron a Brown.


La lucha entró en un estado de máximo suspenso, donde Xia Yao tomó la delantera, propinándole golpes precisos a su oponente. Él usó su propio peso corporal para derrotar hábilmente los 115 kg de Brown. Golpeándolo hasta que el estadio entero rompió en aplausos.


―Un minuto...dos minutos...―El árbitro inició el temporizador.


Xia Yao utilizó su codo para presionar el pecho de Brown contra el suelo. Cuando el tiempo se acercaba a los tres minutos, Brown de repente arqueó su pecho. Xia Yao tuvo que inclinar su cuerpo hacia delante, dando lo mejor de sí para prevenir que su enemigo no se volteara. Brown aprovechó esta oportunidad para atrapar la nuca de Xia Yao y jalarlo hacia abajo.


Y entonces...


Plantó un beso húmedo en los labios de Xia Yao.


Murmuros resonaron desde la audiencia. Xia Yao fue empujado a su punto de ruptura.


El árbitro sopló el silbato, el premio finalmente lo obtuvo Xia Yao. Una vibración de aplausos sacudió el estadio, pero él no presto atención alguna. Él giró sobre Brown con un determinante deseo por venganza y bombardeó puño tras puño en la presumida cara del hombre, rápidos como balas. Esta vez, fue incluso más intenso, de hecho, como si él quisiese matar a su oponente.


El árbitro corrió para detener la pelea, ―La lucha ha terminado, ¿no has tenido suficiente?


Fue solamente entonces que Xia Yao se movió para pararse, entonces, siendo el buen deportista que él era, le ofreció a Brown una mano.


―¡Eres muy guapo! ―Brown exclamó.


Xia Yao lanzó una sonrisa amistosa, y susurro algo que únicamente ellos pudieran oír, ―¡I'm-not-gay¹ tú hijo de puta!



¹Xia Yao dijo literalmente "I'm not gay" en inglés, que significa "No soy gay".


 
 
 

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